Nace el 12 de Noviembre de 1982 en la ciudad de Maracay – Venezuela. A los 21 años culmina su preparación académica y obtiene el título de Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo; carrera que desarrolla a la par de sus estudios musicales en la Escuela Federico Villena, donde aprende Teoría y Solfeo y en el Conservatorio del Estado Aragua, donde practica canto lirico con la reconocida maestra y cantante lirico, Norma Herrera. Además, forma parte de la Escuela de Danza de Elide Vega en su ciudad natal.
En el año 2003 forma parte de un concurso de talentos llamado Escuela de Solistas y obtiene el premio más alto al ganar dicho concurso en la categoría de voz profesional femenina. A partir de ese momento toma en serio su inclinación artística y se une como solista a una agrupación llamada Mr. Vikingo, con ellos realiza diferentes presentaciones. Al poco tiempo decide continuar como solista, haciendo diferentes presentaciones nacionales, donde pudo compartir escenario con artistas destacados como David Bisbal y Jeremías.
Más adelante decide fundar su propia empresa de publicidad y producción audiovisual, donde obtuvo un desarrollo profesional significativo y fue referencia para algunas grandes marcas con quien colaboró en los años consecutivos.
Para el 2006 comienza su relación con el piloto de carros de carrera, Pastor Maldonado a quien conoció trabajando y con el cual creó una relación muy sólida desde el principio. Gaby alternaba sus compromisos laborales con los viajes a Europa para apoyar a su entonces novio.
Realizó algunas grabaciones musicales en España, Estados Unidos y Milán, pero en el año 2012 contrae matrimonio con Pastor y formar una familia se convierte en la prioridad.
Gaby logra ser una pieza fundamental del equipo de Pastor y manejó la parte de relaciones públicas dentro de la estancia de Pastor en la Fórmula Uno, así como también la logística que debía tener el piloto para los campeonatos internacionales.
Juntos fundan una empresa de reestructuraciones inmobiliarias y diseño de interiores, en la que trabajan actualmente gracias a la pasión de ambos en el diseño italiano y los conocimientos adquiridos junto a los mejores arquitectos de Italia.
Actualmente Gaby es co-fundadora y gerente de un Family Office, una empresa de gestión de patrimonio, llamada GPM Group. Allí desarrolla labores de marketing, real estate, planificación y administración.
Los esposos son nuestros primeros hijos, y en mi caso, a Pastor le gusta no perder en ningún momento mi atención. Llevo conmigo una agenda dividida en dos, así puedo ver los compromisos de ambos y sobre todo recordar las cosas más importantes.
Tengo además un planificador semanal de comidas para ambos, para así no tener que pensar lo que debo preparar para cada comida del día.
Es muy importante salir de la rutina y al menos 2 veces al mes organizo una bonita cena en pareja o con amigos. Ayuda mucho a liberar las tensiones del trabajo y del hogar.
Es cierto que los niños requieren de gran parte de nuestra atención y esa tarea se hace más pesada cuando vives lejos de la familia.
Las rutinas son muy importantes y he sido muy estricta con los horarios de comidas y descanso de mis hijas; así puedes organizarte mejor porque determinas los horarios que tendrás ocupados para planificar el resto de las cosas.
Llevo estos horarios semanales y las actividades en un calendario. De esta manera puedo saber el día del uniforme deportivo del colegio, las actividades complementarias y las meriendas que debe llevar a cada una de sus actividades diarias.
A pesar de todos los compromisos de trabajo y de la familia, no descuido tener ciertos momentos para mí. Después de dejar a las niñas en el colegio dedico una hora a ejercitarme, algunos días voy al gimnasio, otros a la montaña, y también complemento mis rutinas con pilates. Disfruto muchísimo de esos momentos y en la mayoría de ellos estoy en compañía de mi esposo, que es bastante exigente en materia deportiva.
Cada 3 semanas, aparto 2 horas para hacer lo que llamo “mantenimiento”, bien sea arreglarme el cabello, las uñas, un facial o cualquier cosa que me saque de mi entorno laboral. No debemos olvidar que estar presentables aumenta nuestra autoestima y la forma como te miran los demás.