He tenido un ritmo de vida acelerado con todas mis responsabilidades personales y acompañando a mi esposo, Pastor, quien es un atleta de alto rendimiento. La vida me empujo y me enseñó a ser multifacética en muchos ámbitos, y a adaptarme y dar lo mejor en todas las situaciones que se presentan día tras día.
Con mi esposo, he podido conocer gran parte del mundo, y gracias a eso, hemos vivido experiencias que nos han hecho crecer como persona. Y ahora, felizmente somos padres de dos hermosas niñas, que han heredado la fuerza, el coraje y la valentía de sus padres.
Soy de las personas que siempre ve el vaso medio lleno y gracias a eso he tomado siempre lo mejor de cada momento que me ha tocado vivir.
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Mi esposo, por ser deportista de alto rendimiento, cuida mucho su alimentación y su entrenamiento físico, yo aprovecho y las hago con él, de esa forma pasamos más tiempo juntos.
A nuestras hijas les dedicamos un valioso tiempo de calidad, ya que estamos trabajando en el desarrollo deportivo de ambas, tiempo que nos ayuda a fortalecer nuestra unión familiar.
Desde muy temprana edad he sido una mujer emprendedora y comprometida tanto con el trabajo como con los clientes. Así que, si me preguntan la clave para esto, les diré “La organización”.
Creo que lo más importante es que en cada hogar, puedan crear su propio manual de organización, y qué, cada integrante de la familia tenga un rol a desempeñar, así sea mínimo.
Uno de ítems más valiosos, y al cual se le debe dar una gran importancia, es al tiempo que nos dedicamos a nosotras mismas. Tomando tantos roles en nuestro día a día es necesario respirar.
Ser responsable con todo es un gran desafío, ya que nuestras agendas siempre están muy llenas, pero es el gran valor que sellará tu vida, y te dará a conocer. Así que no es una opción.
Cada semana les estaré compartiendo anécdotas y vivencias que te ayudará a gestionar el tiempo y aprender a organizarte para cumplir con todas las responsabilidades y darle a todos la atención que merecen.